Chuwi y su oda musical al Caribe
Hay algo en ese grupo de Isabela que, simplemente, te saca una sonrisa. Quizás es la voz hipnotizante de la cantante Lorén Aldarondo, o tal vez la energía contagiosa y encantadora de Adrián López mientras toca la percusión, y cuando, literalmente, reparte flores al público. O puede que también sean los malabares musicales de los hermanos Wilfredo y Wester Aldarondo.
También influyen sus canciones, con letras honestas sobre temas como la gentrificación, las disyuntivas de la migración y el entorno social y económico que enfrentan muchos jóvenes del Puerto Rico de hoy.
No olvidemos sumarle su música, que también juega un papel clave. Un sonido que no conoce fronteras y que estampa su propia versión de la música caribeña. Y es que para Chuwi, el Caribe suena a muchas cosas: a bolero, a música jíbara, a palo dominicano y merengue que se conjugan con sintetizadores, un bajo prominente y, de vez en cuando, un poco de rap.
Su nuevo sencillo, “Falta algo”, es otra muestra de las múltiples formas en las que la agrupación interpreta el Caribe desde los sonidos. Es un tema que brinca entre el changüí y el punto cubano, dos géneros musicales tradicionales de Cuba. Con unos vibrantes acordes del tres cubano, Lorén le canta a esas preguntas que no encuentran respuestas: “Yo tengo carro, tengo estufa, neverita/Yo tengo agua, tengo pa’ comer también/Qué me faltará, qué me faltará”, vocaliza.
“Una de las misiones de esta etapa es explorar géneros de Cuba. Esa es, literalmente, la canción [“Falta algo”]: es un changüí que es un género cubano de Guantánamo, que cambia a otro género que se llama el punto cubano… El punto se parece mucho a la música jíbara de acá”, explica Wilfredo Aldarondo, bajista y vocalista de Chuwi.
La canción, además, es el primer destello de lo que será el primer álbum de la agrupación isabelina.
El disco completará una trilogía musical que comenzó con sus primeros dos EP, Pan (2022) y Tierra (2024) . En Pan, exploraron géneros musicales de Puerto Rico con versos que reflejan la realidad económica y social del país en los años recientes. Tierra, por su parte, se sostiene en una estética sonora inspirada en República Dominicana, con la que el grupo canaliza sus letras en contra del desplazamiento y retrata el dilema migratorio que enfrentan muchos puertorriqueños hacia Estados Unidos.
En el primer álbum, se escucharán ecos sonoros de Cuba y otros ritmos del Caribe. Pero al hablar del disco, prefieren que sus “chuwisnakies”, como le llaman a su fanaticada, se sorprendan al escucharlo.
La filosofía de Chuwi es que la gente escuche su música sin que ellos la expliquen demasiado. Prefieren que sus canciones hablen por sí solas. “Y luego de escucharlo pues, que tomen sus propias conclusiones, aunque no sean las de nosotros”, dice Lorén.
Chuwi se va de gira
Luego de compartir tarima con el intérprete Bad Bunny durante su histórica residencia de conciertos en el Coliseo de Puerto Rico, la banda aterrizará en octubre en varias ciudades de Estados Unidos para seguir esparciendo su música caribeña en otras latitudes.
Durante la serie de 31 conciertos, que se extendió por alrededor de tres meses, la agrupación isabelina se trepó a la tarima junto con el Conejo para interpretar el tema “WELTiTA”, del álbum DEBí TIRaR mÁS FOToS.
Después de esa intensa residencia, el cuarteto llegará a ciudades como Austin, Nueva York, Filadelfia, North Adams, Somerville, Orlando y Miami. Su música, incluso, sonará en dos de los festivales más destacados de música alternativa en Estados Unidos: Austin City Limits y III Points Festival.
“Extraño tocar nuestras canciones. Estoy ready a get back to it”, comparte Wester. Adrián y Wilfredo tampoco pueden esconder la “pompiaera” del momento.
Aunque no es la primera vez que viajan con su música a otros lares, los cuatro coinciden en que, esta ocasión, tiene otro aire.
“Ha habido un crecimiento como tal y creo que hemos empezado a ver el show en vivo diferente”, asegura Wester. “Esta vez va a ser diferente en el sentido en que vamos a estar más amolao”, remata.
Quizás este último año los ha puesto más aguzao’. Pero si algo es cierto, es que las experimentaciones con música caribeña, las sonrisas compartidas, la energía contagiosa en la tarima y las flores pa’l público… de eso, habrá más.
Chequea la entrevista completa a Chuwi:
